En este sentido, hay cuatro valores a tener en cuenta, entre otros muchos, que deben tener el diseño de la página de empresa:
Efectividad: Siempre un clic será mejor que dos. Hacer perder tiempo a los potenciales clientes no es, bajo ningún concepto, la mejor forma para fidelizarlo. Permitir que encuentren rápidamente lo que buscan se convierte en el mejor aliciente para seguir visitándola.
Comodidad: Un diseño estridente, con demasiado movimiento, muy recargado no será cómodo a la vista para el visitante. Si el tiempo que pasa un usuario en cada web es, cada vez, menor, diseñarla poniéndoselo difícil no invitará precisamente a quedarse.
Orden y coherencia: El diseño de la web no debe basarse en lo que uno piensa, sino en lo que piensa (o podría pensar) el visitante. Es posible que a ti, como empresario, te guste una organización concreta que no resulte efectiva ni coherente en la práctica. Y es ahí donde hay que tener claro que las páginas se elaboran siempre pensando en quien la visitará.
Sencillez: Si el usuario debe pensar mucho para navegar por la web es que algo no funciona. Frente a diseños enormemente atractivos, éste es el valor esencial. Si es bonito pero, en realidad, complica la experiencia de quien la visita, no cumple su función y, por tanto, prioriza lo que no debe.
ERA Diseño Gráfico, trabaja por ti.
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