El color es a menudo el factor clave del éxito de un diseño. Existen una infinidad de colores y matices para elegir. Esto hace que escoger una selección de colores para un proyecto parezca algo complicado. Ciertamente, la apreciación de los colores es algo muy subjetivo y, además, algo sometido al vaivén de las modas. De todos modos, existen algunas ideas básicas que deben tenerse claras para poder trabajar con soltura con los diseños a color.
Existen varias opciones a la hora de plantear un diseño. Raramente funciona una combinación de varias de ellas. Un determinado planteamiento del color se asocia a otras connotaciones y valores del diseño: frescura, seriedad, calidad, espontaneidad, juventud, delicadeza...
De entrada, existen diferentes formas de enfocar el color en un proyecto: un tratamiento monocromo, o a base de grises tintados; colores matizados o apagados; colores pastel; colores vivos... y dentro de cada una de estas posibilidades podemos emplear diferentes combinaciones. Unas funcionan, otras no.
La investigación y las experiencias de los pintores a lo largo de los siglos nos permite disponer de diversos conjuntos de colores que armonizan especialmente entre sí. La mejor manera de explorar estos grupos de colores es utilizar la rueda o círculo de color. Una rueda de color básicamente ordena de forma secuencial la progresión de los colores que forman el espectro de la luz, desde el rojo hasta el violeta.
El círculo de color tiene que resultarnos familiar, por poco que hayamos abierto alguna vez un programa de gráficos o hayamos elegido colores en un programa cualquiera. A partir de estos colores y sus variantes (añadiéndoles blanco o negro para obtener colores pastel y colores apagados, respectivamente), podemos hacer nuestras selecciones de colores para un proyecto. Los motivos por los que determinados colores ligan bien entre sí son complejos. Existen diferentes formas de seleccionar colores de manera que formen un grupo armónico: los colores, de una forma agradable a la vista se realzan mutuamente.
La selección cromática para un proyecto suele contar con unos pocos colores dominantes que armonizan entre sí.
Una gran cantidad de colores diferentes, aunque sin duda es algo agradable a la vista, resulta difícil de mantener a lo largo de una serie de páginas o pantallas si se pretende enfocar la atención en algo que no sean las manchas de colores.
Una gran cantidad de colores diferentes, aunque sin duda es algo agradable a la vista, resulta difícil de mantener a lo largo de una serie de páginas o pantallas si se pretende enfocar la atención en algo que no sean las manchas de colores.
Existen diferentes tipos de armonías de colores usadas a menudo por los diseñadores y artistas.
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